domingo, 8 de febrero de 2009

La relatividad en el amor


La relatividad en el amor o la cara de dos monedas

Por Nana Rodríguez Romero*


Todo tiempo futuro fue peor, es el título sugestivo del último libro de microcuentos del escritor y crítico argentino Raúl Brasca, editado en Barcelona e impreso en China por la editorial Thule, presentado en la Feria del Libro de Buenos Aires el pasado mes de abril del presente año. A propósito, en la carátula se ve un sello que dice: Libro impermeable, (se puede leer en una piscina o en el mar) pero a mi juicio, después de leerlo, no le pasa el agua ni los lectores ingenuos.
Al escritor se le conoce por las diversas antologías de microcuentos que ha publicado en la editorial Desde la gente y también en Sudamericana, además por sus estudios sobre este género literario que ha cobrado tanto auge en los últimos tiempos.
La lectura del volumen es una rica experiencia, pues la escritura impecable, la precisión en el lenguaje, el ingenio, la temática tan variada y el tono irónico y audaz con los que están escritas estas breves piezas, nos demuestran que estamos frente a un virtuoso del género.
La conjugación que Brasca hace de la realidad con la ficción, característica peculiar de los microcuentos,- como el autor los denomina -nos permite el encuentro con el asombro, con la creación de mundos alusivos a los territorios de la filosofía, la literatura y también a lo cotidiano, de cuyas historias construye versiones que son como el envés o la otra cara de las circunstancias y de la lógica; gracias a esta particularidad que no se espera, los lectores, nos hallamos en presencia de la sorpresa, que nos haría pensar en estructuras como la botella de Klein o la mano que se dibuja a sí misma de Escher. Además es de anotar, el justo equilibrio entre la razón y la intuición que bien se pueden percibir en la poética de estas narraciones .
Elegí los dos textos que aparecen en la contraportada del libro cuyo tema es el amor, visto desde dos puntos de vista y que hacen honor a la ley de la relatividad de las teorías de Einstein, que en este año se recuerdan y conmemoran en todo el mundo.
AMOR I
A ella le gusta el amor. A mí no. A mí me gusta ella, incluido, claro está, su gusto por el amor. Yo no le doy amor. Le doy pasión envuelta en palabras, muchas palabras. Ella se engaña, cree que es amor y le gusta; ama al impostor que hay en mí. Yo no la amo y no me engaño con apariencias, no la amo a ella. Lo nuestro es algo muy corriente: dos que perseveran juntos por obra de un sentimiento equívoco y de otro equivocado. Somos felices.

AMOR II
Pretende que yo estoy enamorada del amor y que a él sólo le interesa el sexo. Dejo que lo crea. Cuando su cuerpo me estremece, lo atribuye a sus muchas palabras. Cuando mi cuerpo lo estremece, lo atribuye a su propio ardor.
Pero me ama. Y no lo saco de su engaño porque lo amo. Sé muy bien que seremos felices lo que dure su fe en que no nos amamos.

Como expresaba, aquí se hacen explícitos los intersticios de dos historias paralelas contadas desde dos puntos de vista particulares que se relacionan con aquello que se ha denominado la relatividad. Esta forma particular de presentar las dos versiones que se corresponden en su significación, narradas con un juego de palabras inteligente, nos lleva a reflexionar en primera instancia, sobre la manera como se relacionan muchas parejas; como lo dice el texto: “por obra de un sentimiento equívoco y otro equivocado”. La ironía que nos dibuja una sonrisa en el rostro, lleva implícita una verdad que ocultamos, por aquella costumbre de contarse mentiras o hacerse el loco para seguir viviendo, o llevar un arma oculta en caso de peligro. Podríamos decir al respecto, que el amor es una cara de dos monedas.
Otro rasgo valioso de la obra, es la forma ingeniosa de presentar varias de las historias, por medio de la dualidad o el contraste; o como en otros, el dilema de difícil resolución o la dislocación del sentido (conceptos personales de Brasca para definir los microcuentos), que nos recuerdan la importancia del sentido implícito de los textos, trabajo que debe hacer el lector para encontrar la sonrisa cómplice o el guiño con el autor.
Bienvenido y larga vida para este nuevo libro de Raúl Brasca.

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