sábado, 18 de febrero de 2017


Bebo un agua oscura
en el vaso de la incertidumbre
un agua capaz de corromper
todos los sentidos.

La bitácora no está
en el centro de la circunferencia
ni en sus bordes
pues el reino del azar
desteje el camino avanzado.

Camino con alforjas de aire
y un globo encendido
soy candil  que parpadea
en medio de  la selva y sus secretos.

El hilo de Ariadna
yace ovillado en manos invisibles.


Del libro, El orden de otros días, 2016